viernes, 30 de marzo de 2012

2.4- La guerrilla Insurgente

El movimiento de independencia de México fue un proceso lento y difícil y tuvo como objetivo la terminación de tres siglos de dominación española. México podía asumir su independencia, sin la tutela española. Fue una lucha de 11 años de guerra fratricida, se dividió, en dos etapas: la primera, estuvo encabezada por Miguel Hidalgo e Ignacio Allende al mando y una segunda etapa con José María Morelos y Pavón, misma que concluiría con Vicente Guerrero. 
Tras la muerte de Morelos (1816-1820) empalman con el ocaso de la insurgencia.
El virrey Calleja (1813-1816) es el principal causante: sus medidas de terror, su estrategia política, su astucia para controlar a la casta militar, pero sobre todo la metódica y cuidadosa ofensiva que planeó en el año de 1813, fueron factores básicos de aquel derrocamiento. 
La guerrilla insurgente utilizó todos los instrumentos a su alcance, métodos no profesionales se mezclaron con los profesionales por la heterogeneidad de formación de los jefes insurgentes; en los planes estratégicos estaban las operaciones logísticas con el fin de controlar las vías de comunicación que les asegurara control de territorios, desplazamiento de efectivos, víveres, entre otros.

Las vías marítimas fue también preocupación de los Jefes insurgentes, aunque es conocido que su utilización estaba restringida, por lo que el General José María Morelos y Pavón expidió el 14 de julio de 1815 el decreto por el que se autorizaban las patentes(23) a todos aquellos ciudadanos nacionales o extranjeros que decidieran apoyar la causa de independencia, atacando al comercio marítimo español; en la misma fecha se expidió el decreto por el que se creaban las banderas nacionales de guerra, parlamentaria y de comercio .
Previamente Morelos había ordenado al General Guadalupe Victoria, Comandante militar del área de Veracruz, apoderarse de un lugar de la costa donde establecer y consolidar un puerto para recibir las armas y pertrechos que los agentes mexicanos adquirirían en los Estados Unidos; el General Victoria estableció el Puerto en Boquilla de Piedras, paraje situado a 50 kms al norte de Veracruz. 

Hay datos que permiten establecer que el Coronel Peredo o algún agente mexicano estableció contacto con el corsario francés Jean Lafitte, que operaba bajo la tolerancia del gobierno de los Estados Unidos y que tenía su cuartel general en la isla de Barataria en la Bahía de Nueva Orleáns y que este recibió siete banderas mexicanas para operar en aguas mexicanas: Goleta “ La Velona” con 95 hombres, Goleta “La Guerrera “con 86 hombres, Goleta “ La Republicana” con 80 hombres, Goleta “La Elisa” con 40 hombres, Goleta “El Terrible” con 75 hombres, Corbeta “Brutus” con 122 hombres, Goleta “ La Mexicana” con 60 hombres. Esta es quizás la razón por la cual hacia 1816 se encontraba concentrada en Boquilla de Piedras, una pequeña escuadrilla al mando del corsario francés Louis Ory constituida y organizada de la siguiente forma: Goleta Mexicana y Goleta Morelos. 

La “Goleta Mexicana” es la que Francisco Heredia y Vergara nombra también como “El Mexicano” y “General Morelos”. Integrada a esta flotilla pero con diferente patente se encontraba la Goleta “El Hidalgo”.

Juan de Galván coadyuvó a la causa de la independencia armando en corso y mandando la Goleta “La Patriota” que transportaba armas a puertos mexicanos, la cual en septiembre de 1816 combatió y capturó a la Goleta española “La Numantina” frente al Puerto de Coatzacoalcos, conduciéndola a Nueva Orleans donde la entregó al General Francisco Mina para apoyar su expedición.

De todos los jefes que sucedieron a Morelos, quizás el más dotado no para la guerra de guerrillas, sino para organizar tropas de línea a nivel profesional, fue Mier y Terán, quien en Londres conoció a Javier Mina, induciéndolo a ir a la Nueva España a luchar por el liberalismo y la insurgencia.
Mina le dio un gran impulso a la revolución, a pesar de las condiciones adversas que se le interpusieron. Con poco más de trescientos hombres desembarcó en la Barra del río Soto la Marina, el 15 de abril de 1817. Apodaca desplegó un formidable aparato bélico para detener la carrera triunfal de Mina en suelo mexicano. Mina fue fusilado por la espalda el 11 de noviembre de 1817. Luchador incansable contra el absolutismo y contra todo género de sistemas opresivos en Europa y en América, el idealista Javier Mina hizo cumplido honor a su renombre: “héroe liberal de España y de México.

A principios de 1820 la guerra por la independencia había llegado a un punto muerto, a un verdadero callejón sin salida. Entonces ocurrió lo inesperado: la transacción hacia la consumación, en donde todos perdieron y todos ganaron.

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